Así es el mantenimiento de las instalaciones fotovoltaicas - Geesol Skip to main content

Las instalaciones fotovoltaicas se encuentran permanentemente sometidas a agentes externos, principalmente los fenómenos climatológicos como la lluvia, el frío o en el caso de Sevilla, el calor.

Las continuas subidas y bajadas de temperatura afectan considerablemente a los paneles y a las conexiones eléctricas, por lo que realizar un buen mantenimiento de las instalaciones se antoja fundamental.

¿De qué depende el mantenimiento de las instalaciones fotovoltaicas?

El tipo o la necesidad de mantenimiento de una instalación fotovoltaica depende de diversos factores:

  • La complejidad de la instalación, cuánto más grande sea y más conexiones eléctricas incluya, mayor será el mantenimiento requerido.
  • La climatología de la zona, ya que los cambios bruscos de temperatura requieren de un mayor cuidado de la instalación fotovoltaica.
  • No hay que perder de vista la contaminación ambiental en la ciudad pertinente, ya que cuanto mayor sea la instalación necesitará de un mantenimiento más minucioso.
  • Cuidado con la polución y la suciedad, ya que si no se realiza una puesta a punto de manera periódica, la producción de la instalación disminuirá notablemente.

Consejos para un buen mantenimiento preventivo

A continuación detallamos las técnicas necesarias para un correcto mantenimiento de una instalación fotovoltaica en Sevilla o cualquier otro lugar.

Ya sea para instalaciones aisladas, autoconsumo en hogares o instalaciones fotovoltaicas para empresas esta guía puede resultar muy útil:

  • Mantenimiento del sistema de generación: se traduce en retirar con una frecuencia mensual cualquier tipo de objeto o suciedad que pueda afectar de alguna manera al funcionamiento de los paneles solares. Los estropajos pueden rayar las placas, por lo que mejor utilizar simplemente un trapo y agua.
  • Supervisión y limpieza del sistema de acumulación: se recomienda limpiar la parte superior de las baterías y bornes una vez al mes. Esto se puede realizar con una mezcla de bicarbonato sódico y agua.
  • Inspección visual de las instalaciones: cada dos meses se supervisará que ninguna célula esté en mal estado, así como el marco del módulo.
  • Comprobación anual de la estructura: aquí se incluyen posibles degradaciones, el estado de fijación de la estructura, la tornillería, la estanqueidad de la cubierta y la toma a tierra y la resistencia de paso al potencial de tierra.
  • Control exhaustivo de los inversores: son uno de los elementos más delicados de la instalación fotovoltaica, por lo que necesitan un mantenimiento notablemente más exhaustivo.
  • Revisión de los componentes electrónicos: en último lugar, para un correcto mantenimiento preventivo es fundamental revisar todos los componentes electrónicos de la instalación, entre los que se incluyen el cuadro de corriente alterna o el sistema de monitorización. Estos requieren de una vigilancia activa y un control telemático de la instalación, además de una verificación in-situ de los componentes, limpiando o procediendo al recambio de aquellas piezas que puedan fallar. Únicamente siguiendo estas claves podrás disfrutar de los beneficios de una instalación fotovoltaica.

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